Para superar una herida o situación impactante en nuestras vidas, muchas personas piensan que el tiempo es la mejor cura, pero cualquiera que haya experimentado el sufrimiento intenso que provocan algunas situaciones como: el rechazo, la pérdida o el fracaso, sabe que esto no resulta tan sencillo.
Ante una situación que nos genera gran dolor, debemos aprender a atender a nuestras emociones sin dejar que nos desborden dominando nuestra vida; dirigir nuestras acciones a evitar los pensamientos y sentimientos negativos que tratarán de invadirnos como: indefensión o desmoralización; salvaguardar nuestra autoestima; y tratar de extraer una conclusión o significado a lo que nos transcurre para lograr avanzar.
En estos casos, la terapia psicológica trata de restablecer la capacidad de la persona para superar los acontecimientos, reorganizando y reordenando la estabilidad emocional quebrantada.
Si la persona que atraviesa un momento difícil es de tu entorno, mis consejos son: pregunta qué puede ayudarle, escúchale, hazle compañía en silencio si así lo desea, no le presiones para hablar o realizar actividades en contra de su voluntad en los primeros momentos, respeta y apoya a la persona cuando desee expresar sus sentimientos y pensamientos mediante reacciones como: llorar, abrazar, etc.