Todos hemos sentido esa abrumadora sensación de soledad en algún momento de nuestras vidas, ya que no es lo mismo desear estar sólo (aspecto positivo), ya que puede servirnos como período de reflexión o para marcarnos nuevos proyectos; que cuando no deseamos la soledad y surge como circunstancia, lo que nos genera sentimientos de tristeza, y frustración.
Cuando nos sentimos solos emocionalmente, podemos tener personas a nuestro alrededor pero no nos sentimos apoyados por ellos, y esto nos hace encerrarnos en nuestra rutina, manteniendo una visión negativa de las cosas, pudiendo generarnos depresión.
Para poder salir de la soledad emocional debemos cambiar el significado negativo que damos a la misma, viéndola como una oportunidad para conocernos o emprender nuevos objetivos, e invertir tiempo en actividades que nos ayuden a relacionarnos y que nos satisfagan.