La hipocresía

Nuestro entorno modula nuestro comportamiento, enseñándonos desde pequeños lo que es correcto decir o de que forma debemos comportarnos según el contexto, buscando ser aceptados por la multitud, escondiendo aspectos que podrían avergonzarnos y exagerando todo lo que se considera positivo.
Cuando cumplir estas expectativas nos lleva a pensar de una manera y comportarnos de otra, hablamos de hipocresía.
La hipocresía se normaliza cuando somos adultos, ya que muchos lo ven como un método para ser aceptados y otros como una estrategia pasiva ante la impotencia de no poder cambiar aquello que no les gusta; el problema surge cuando no podemos distinguir las verdades o dejamos de ser nosotros mismos para actuar como los demás quieren.
La hipocresía es un método muy socorrido cuando algunas personas nos piden consejo pero sabemos que no desean saber la verdad sino lo que ellos quieren escuchar; pero cuando se practica de forma habitual conlleva inseguridad, merma nuestra autoestima y nos genera malestar con nosotros mismos y con quiénes la practicamos.
Dejar de ser nosotros mismos y no poder premiarnos con la sinceridad, constituyen un alto precio sólo para cumplir las expectativas de los demás, prioriza tu felicidad.