La ansiedad en la infancia sucede hasta en un 21% de los niños cuando intentan adaptarse a las nuevas situaciones que les van surgiendo en su día a día. La intensidad y frecuencia desproporcionadas de la ansiedad desencadenan sintomatología como: inquietud motriz, llanto espontáneo, pérdida de apetito, dificultades para conciliar el sueño, dependencia de los progenitores, cefaleas, dificultades para mantener la atención y memorizar…
Suelen producirse conflictos intrafamiliares ya que los intentos por disminuir la ansiedad de los infantes a través de la infravaloración de sus sentimientos o mediante intensas argumentaciones no suelen funcionar.
Las situaciones más comunes que suelen generar en los niños la ansiedad son: fallecimiento de un familiar o amigo, educación muy estricta, acoso escolar, maltrato infantil, separación o divorcio de los progenitores, cambio de vivienda/colegio.