El mal humor cuando conducimos

La inteligencia emocional también tiene un papel fundamental mientras conducimos, ya que es una actividad que resulta sumamente estresante para muchas personas, bien por factores intrínsecos (problemas personales) o factores extrínsecos (fenómenos meteorológicos adversos, aglomeraciones de tráfico, ruidos, quejas de otros conductores o peatones, etc.).
Por ello, es muy importante aprender a identificar nuestras emociones mientras conducimos y a controlarlas, para así prevenir futuros problemas.
Cuando estamos al volante, en décimas de segundo debemos dar prioridad a una acción y ejecutar una decisión, reaccionando de forma adecuada y recuperándonos de las emociones negativas que nos ha generado para poder seguir con normalidad.
Las personas que son muy pesimistas, se encuentran tristes o ansiosas, y van al volante, pueden llegar a quedarse paralizadas y no saben reaccionar, tendiendo a la impulsividad o imprudencia. Por esto, un factor clave para prevenir la siniestralidad es la inteligencia emocional, en concreto: el autocontrol, la empatía y la asertividad; junto con las técnicas de relajación. Si crees que necesitas tomarte las cosas de otra forma cuando conduces, solicita ayuda psicológica.