Las redes sociales han supuesto un gran avance en muchos aspectos. Unas 300 mil empresas de todo el mundo las emplea con fines comerciales y como herramienta de comunicación interna, ya que su rapidez, bajos costos y elevada motivación, así como, colaboración y cohesión grupal influyen positivamente en los objetivos empresariales.
Pero, algunas empresas emplean las redes sociales como método de selección de sus empleados o de «control» sobre los mismos; ya que este medio permite ver fotos personales, opiniones, datos, etc.
Hasta un 39% de las empresas admiten indagar en los perfiles personales de sus empleados y candidatos, buscando contenido o críticas inapropiadas; y hasta un 35% admite rechazar a personas por observar en sus perfiles, por ejemplo: imágenes consumiendo alcohol o drogas, menciones de violencia, contenido sexual o graves errores gramaticales.
Una vez la empresa nos contrata, normalmente se nos restringe o prohíbe el uso de las redes sociales totalmente durante la jornada laboral, ya que se asocia con la disminución del rendimiento, distracciones, etc.
Pero en algunos países, ya se han instaurado varios períodos breves de descanso durante la jornada laboral, con acceso durante el mismo a las redes sociales, observando que así los empleados manifiestan hasta un 16% más de productividad, relajación y satisfacción con el puesto actual.
Una vez más, parece que los mejores resultados se obtienen no restringiendo del todo las redes sociales pero si instaurando unas normas para un adecuado uso, tanto para los trabajadores como para las empresas.