¿Te consideras valiente?

La valentía se destaca como una de las fortalezas más deseadas. En 2004, Seligman y Peterson la definieron como: «no dejarse intimidar ante la amenaza, el cambio, la dificultad o el dolor».
Ante situaciones que nos generan miedo, inquietud o dudas, la valentía juega un papel fundamental ya que nos ayuda a gestionar de forma adecuada las emociones y genera una respuesta asertiva.
Ser valiente no significa que no podamos sufrir, sentir miedo o dudar, pero es cierto que nos permite salir de nuestra zona de confort, arriesgándonos a tomar decisiones que escapan a lo habitual, pudiendo defender nuestras ideas y asumiendo nuevos retos.
Podemos cultivar nuestra valentía si sabemos identificar y asumir nuestros miedos, intentando comprender sus porqués y dándoles la importancia que tienen sin anticiparnos. Recuerda que todos somos valientes en mayor o menor medida.