A partir del quinto año de relación, disminuye la lujuria inicial dando paso al vínculo emocional creado hasta el momento, teniendo en cuenta los valores puestos en común, y es aquí cuando muchas relaciones flaquean y comienzan los problemas. A veces uno de los miembros, se siente incomprendido o desmotivado, surge la monotonía, los miedos debido a la responsabilidad por una vida en común, y puede surgir la infidelidad.
En España, aproximadamente un 20% de las personas han sido infieles a sus parejas en alguna ocasión, y aunque cada pareja establece un código de normas que no deben transgredir, cuando esto sucede, se lastima y hiere a la otra persona, provocando decepción, tristeza y frustración.
Existen diversos tipos de infidelidad:
-Física: en la que priman las relaciones sexuales frente a las emociones, y se suele dar para satisfacer una fantasía.
-Amorosa: cuando la persona se enamora de otra que no es su pareja.
-Platónica: cuando la relación es imposible por lo cuál nunca se materializa físicamente, y se idealiza al amante.
A partir de este momento, la reconstrucción de la pareja es muy complicada, ya que se deben instaurar valores que han sido quebrantados como la confianza, por lo que avanzar hacia el perdón dependerá de la cooperación de ambos miembros y los sentimientos que aún se tengan hacia el otro miembro de la pareja.
Indudablemente, aunque no se reconstituyese la relación, lo ideal para el equilibrio emocional de ambas personas sería perdonar.