En España, un 80% de los adultos poseen un smartphone, por lo que esto ha cambiado nuestra forma de relacionarnos con los demás, ya que se utilizan con un fin cada vez más «social» debido a sus aplicaciones: chats de mensajería instantánea, redes sociales, etc.
El fenómeno del «phubbing» llegó para instaurarse cada vez con mayor fuerza en nuestras reuniones o eventos sociales; dicho término hace referencia al acontecimiento que se produce cuando ignoramos a la persona o personas con las que nos encontramos para centrar toda nuestra atención en el móvil, en lugar de hablar cara a cara.
Claramente, este comportamiento acarrea consecuencias negativas para la persona que lo realiza y su entorno, ya que las relaciones sociales se deterioran, pudiéndose generar conflictos en su entorno social y en la pareja.
Dichas personas muestran bajo autocontrol, llegando en algunos casos a sufrir adicción, así como miedo a quedar desconectado de eventos a través del móvil, produciendo desconexión de la realidad, sintomatología de ansiedad y depresión.
También las necesidades de apego y atención requeridas por la pareja se ven insatisfechas por la constante interferencia del teléfono, por ello, aproximadamente un 23% de personas afirman que los móviles propician las discusiones o conflictos en su relación, generan desconfianza, y les hacen obsesionarse con el control del contenido del mismo.