¿Amas u odias la Navidad?

Parece que solo existen dos tipos de personas: las que aman la Navidad o las que la odian con todas sus fuerzas.
Cuando te gustan estas fechas solo puedes pensar en reencontrarte con la familia, cantar villancicos, comer chocolate caliente y disfrutar de unos días libres viendo películas navideñas en tu sofá, pero si somos objetivos, la Navidad también tiene una cara menos positiva.
Seguro que cuando escuchas a alguien decir que odia la Navidad, piensas que exagera o que quizás no tenga con quién celebrarla o recuerde a un ser querido, pero a continuación te expongo las causas más comunes por las que existen personas así:
-En Navidad se nos presentan múltiples comidas en las que nos sentimos comprometidos a acudir (trabajo, familia, amigos…), provocando un elevado cansancio y mayor probabilidad de que surjan disputas debido a ser una época estresante.
-Nos escriben e incluso en ocasiones saludan personas que hasta el momento nos ignoraban, lo que nos provoca una sensación de hipocresía ineludible.
-El consumismo se apodera de las calles, no sabiendo muy bien que comprar, solo que debemos regalar algo porque así lo «exigen» estas fechas, así que vemos irremediablemente mermada nuestra cuenta bancaria, generándonos una sensación agridulce entre la satisfacción que produce regalar con ilusión a alguien y la de perder gran parte de nuestros ahorros.
-Comer y beber de forma descontrolada como si no hubiera un mañana, ya que en esta época dejamos a un lado la dieta y el ejercicio para dedicarnos a comer todo lo que no ingerimos a lo largo del año. El problema es que comer y/o beber nos genera una satisfacción inmediata que se dispersa con las molestias estomacales que le siguen al hacerlo en exceso.
-Cuando tras la locura de las compras y las comidas, intentamos disfrutar de algo de paz y tranquilidad en casa, la programación de la televisión se repite año tras año.
-Soportamos masificaciones de personas en todos los sitios, inclusive en las carreteras.
-Aumentan los sentimientos negativos de soledad, tristeza, frustración, ansiedad…

Mi consejo es que seas objetivo, disfrutes de lo que más te guste de esta época y evites al máximo el consumismo y la hipocresía, crea tu propia Navidad con tus propias costumbres realzando las que te hagan sentir bien.