Los celos entre hermanos son frecuentes debido a que el primer hijo se siente relegado a un segundo plano, preocupado por perder el amor y la atención de los padres, en ocasiones se manifiestan de forma agresiva (pegando, chillando, con pataletas, mayor irritabilidad) mientras que en otras se inhiben (se muestran distraídos y tristes).
El rol de los progenitores y la familia cercana es fundamental, ya que deben establecerse unas normas básicas que sean equitativas actuando de mediadores en las posibles disputas.
Aunque normalmente lo celos son pasajeros, debemos comentar que hay adultos que continúan teniendo celos a sus hermanos, normalmente por actitudes de los miembros de su familia que sienten como injustas, y que conllevan a largo plazo baja autoestima, así como, ansiedad y/o depresión.
Desmitificando que el hermano/a mayor es siempre el que siente celos del menor, podemos afirmar que también los hermanos de menor edad, sienten celos de los mayores, debido a que perciben que debido a su edad ellos poseen menos privilegios que los mayores, pudiendo manifestar las normas como injustas.
Cuando vamos a tener un segundo hijo/a debemos explicar que viene una época con algunos cambios en su rutina, para así reducir la ansiedad e incertidumbre originados por la nueva situación.
Mis consejos son:
-Haz co-partícipe a tu hijo/a en las actividades de cuidado del bebé.
-Comenta recuerdos de cuando también era bebé, sin compararlos.
-Recuerda a tus invitados que deben prestar atención a los dos por igual.
-Mantén rutinas conjuntas en las que sólo juegues con tu hijo/a mayor y así perciba tu atención hasta que puedas llevar a cabo las mismas actividades con los dos.
-Conforme crezcan, si surgen conflictos de tipo no agresivo, déjalos que busquen una solución equitativa entre ambos (tu solo supervisa que realmente sea equitativa), si surgen conflictos más complejos, mantén la calma y explica las consecuencias de sus actos, proponiendo soluciones justas para los dos.
