La lipofobia o fobia a engordar se presenta desde la adolescencia en la mayoría de los casos, pero también se puede observar en niños de forma cada vez más habitual.
Cuando esto sucede desde la infancia, es debido a que el entorno cercano transmite una idea negativa sobre las personas con sobrepeso, y normalizan las dietas sin supervisión en el día a día.
Los medios de comunicación no ayudan con esta obsesión ya que fomentan la asociación de delgadez a éxito y belleza, por lo que debemos vigilar que esta situación no desemboque en un trastorno alimentario.
Los niños y adolescentes que suelen presentar esta fobia muestran baja autoestima, se saltan comidas o preocupan en exceso por consumir alimentos hipercaloricos, pueden padecer bullying en clases, prefieren vestir de colores oscuros, les cuesta relacionarse con sus iguales, así como siempre están realizando alguna actividad deportiva.
Mis consejos son:
-Deja de pensar siempre en tu peso.
-No te peses continuamente ni hagas dietas sin consultar a un médico.
-Haz ejercicio físico adecuado para tu edad y forma física, pero para cuidarte.
-Aprende a quererte como eres.
Si eres padre y has observado alguna conducta en tus hijos que te hace sospechar del posible padecimiento de esta fobia consulta con un profesional médico o psicólogo.