El «Blue Monday» nace a través de una fórmula matemática que afirmaba predecir que el tercer lunes del mes de enero es el día más deprimente de todo el año. Esta teoría decía tener en cuenta factores como la climatología o el salario, por lo que tuvo una gran trascendencia, pero debemos tener en cuenta que esta «investigación» fue promovida por una compañía de viajes con la intención de promocionar sus servicios.
Es cierto, que durante el mes de enero pueden coincidir diversos factores que nos predisponen a sentirnos más tristes como, por ejemplo: analizar los propósitos que no hemos cumplido, asumir los gastos que hemos tenido en Navidad, encontrarnos de nuevo sin vacaciones o afrontar las bajas temperaturas y escasez de luz propias del invierno que de alguna forma nos obligan a permanecer más tiempo en casa, pero sólo dependerá de nuestra valoración personal y nuestra capacidad de afrontamiento, que se produzca nuestro «Blue Monday» en enero o en cualquier otro día del año.
De todas formas, no debemos obsesionarnos, la tristeza es un emoción más que debemos experimentar de vez en cuando para poder desahogarnos, evitando que se cronifique.