Tratar con adolescentes en ocasiones se convierte en una tarea ardua y bajo el confinamiento peor, ya que si los adultos estamos agobiados e irritables, ellos pueden tener arranques de rebeldía, negarse a cumplir las normas, protestar más de lo habitual o engancharse sin límites a todo aquello que les permite estar en contacto con sus amigos. Por ello, recuerda que debes tener paciencia y ser ejemplo de autocontrol, debes intentar hacerle partícipe de la realidad para que no se dejen llevar por los bulos de las redes sociales, pero también debes escucharles ya que necesitan desahogarse, no siempre lo dirán abiertamente pero esta situación también los estresa. Un buen aliado será reforzar su sentido de responsabilidad y de colaboración, con la familia y con la sociedad en general, ya que ahora mismo, todos dependemos de todos, por lo que puede ayudarte con las tareas del hogar, además de continuar con un horario de estudio y/o repaso, ya que romper por completo su ritmo habitual de trabajo es lo peor que puedes hacer, debemos intentar mantener unos horarios más o menos estables, ya que todos necesitamos una rutina. Podrás consensuar con tus hijos un horario para estudios y tareas del hogar, así como un horario para ocio en familia y en solitario, ya que ellos también necesitan estar en su cuarto solos. El tiempo que se dedica a los estudios no tiene que ser aburrido, se pueden intercalar actividades de ejercicio físico, visitas virtuales a museos o actividades creativas durante el mismo. Para mejorar la convivencia en estos días si tienes hijos adolescentes te aconsejo que los escuches si notas que necesitan hablar, aunque no estés de acuerdo, así los habituarás a respetar las opiniones de su entorno y a generar un clima de confianza en casa donde no serán juzgados por su edad o su forma de pensar; en segundo lugar, debes darles un espacio en su habitación para estar solos, ya que están formando su identidad y también necesitan este momento para sí mismos, luego habrá momentos en familia que deben asociar a cosas divertidas también como hacer un cine en casa o una sesión de zumba. Si nos enfadamos debemos dejar que los ánimos se calmen, ya que en la adolescencia impera la impulsividad, por lo que debes darles un tiempo para que se relajen y luego afrontar los temas que generan más redecillas familiares. Por último, no enfoques tus conversaciones con tus hijos en «no has hecho…» o «no hagas…» porque solo percibirán de ti reproches y castigos, consensua los tiempos y si no se cumplen entonces disminuye el tiempo con algo que les guste mucho, como por ejemplo: el móvil, los videojuegos o el ordenador. Ya no sirven los castigos de mandarlos a su cuarto o no salir, tampoco es beneficioso que sean muy largos o excesivamente cortos, los extremos siempre son malos consejeros.