En el último año, ha aumentado el uso de cigarrillos electrónicos y vapeadores como método para dejar de fumar, esto es debido a que para algunas personas resulta más sencillo controlar e ir disminuyendo la cantidad de nicotina que consumen de esta forma. Existen varias investigaciones científicas, entre ellas, la de la Universidad Queen Mary de Londres, que concluyen que estos «métodos alternativos» pueden resultar el doble de efectivos que los tratamientos tradicionales como los parches o chicles. Por supuesto, siempre y cuando previamente no hayas tenido éxito con estas últimas alternativas, puedes plantearte otras opciones tras consultar a tu médico. El problema surge cuando se retira del todo la nicotina, ya que la dependencia física de la misma dura aproximadamente unas tres semanas, pero la dependencia psicológica debido a los hábitos que hemos perpetuado, dura mucho más y suele ser la culpable de muchas recaídas.Es probable, que alguna si no varias veces, hayas intentado dejar de fumar, pero si perteneces al porcentaje de personas que han recaído te habrás dado cuenta de que no es tan sencillo como parece, sobre todo cuando se entremezclan en tu objetivo situaciones de estrés.La terapia psicológica para dejar de fumar se divide en cuatro fases: preparación, pre-abandono, deshabituación y prevención de recaídas; donde se trabajan habilidades de control estimular, autocontrol o relajación, entre otras.En conclusión, si tomas la decisión de querer abandonar el consumo de tabaco debes valorar la mejor opción, ser firme y tenerlo claro, estar motivado y mostrar disposición para ello antes de solicitar ayuda.