Efectos secundarios de la sobreprotección

En ocasiones los padres confunden la «sobreprotección» con proporcionar y satisfacer los cuidados y necesidades básicas de los hijos, incluso convenciéndose a sí mismos de que lo mejor es dar a sus descendientes todo aquello que ellos no pudieron tener en su infancia, por lo que a veces sin querer, otorgan un valor a lo material que es absolutamente desproporcionado. Los niños sobreprotegidos que no aprenden límites y normas, presentan carencias desde pequeños en ocasiones afectivas, ya que reclaman la atención de sus padres y estos responden con regalos, y otras veces, presentan dificultades que desembocan en una falta de habilidades emocionales para enfrentar su vida adulta.No poner límites conlleva no valorar las cosas, no distinguir el bien del mal, no sabernos poner en el lugar de los demás y no tener unos valores morales definidos. Llegando a la edad adulta, surgen la inmadurez, la falta de independencia, así como, la irresponsabilidad y baja autoestima. Ser padres siempre es complicado y conlleva intentar mantener un equilibrio continuo, pero no olvides que dentro de los límites correspondientes a cada edad, los niños necesitan sentirse útiles, jugar, relacionarse con sus iguales y valorar las cosas, lecciones que de adultos serán su mejor guía en la vida.