Cuando nos cuesta aceptar la realidad y deseamos que ésta fuera diferente, ya que no se corresponde con nuestras expectativas ni con lo que deseamos, podemos llegar a sentirnos desbordados y sufrir mucho, ya que supeditamos nuestra felicidad completamente al hecho de lograr alcanzar determinadas metas que ya nos habíamos marcado con anterioridad, lo que nos lleva a subestimar nuestra vida diaria y a los que nos rodean, centrándonos siempre en lo que está por llegar sin lograr sentirnos satisfechos jamás.No aceptar el presente y vivir estancados en un futuro mejor, nos puede conducir a un estado de insatisfacción crónica, que se convierte en un círculo vicioso.Es normal, que en estos días lo primero que nos venga a la mente es la situación que estamos viviendo, pero con esto no quiero decir que debamos renunciar a nuestra felicidad o metas, solo que debemos irlas adaptando a la situación. Debemos ser conscientes de que atravesaremos varias fases, muy similares a las del proceso de duelo, en las que primero nos sentiremos en estado de shock y confusos, bajo un estado de incredulidad elevado, luego experimentaremos sentimientos de rabia, frustración e irritabilidad, que posteriormente, cambiaremos por tristeza, apatía y profunda desesperanza, para por último, llegar a la aceptación, en la que intentaremos construir una nueva realidad con nuevos proyectos.El conocimiento que tengamos sobre estas fases además de la conciencia que tomemos sobre ellas, hará que reestructuremos más rápidamente nuestro equilibrio emocional aunque no debemos perder de vista que una vez más nuestras habilidades de inteligencia emocional mediarán en la duración de este proceso, así como, en que podamos quedarnos estancados durante el mismo, siendo en este último caso cuando debemos solicitar ayuda psicológica.2518Personas alcanzadas239InteraccionesVolver a promocionar