A veces se hace difícil definir la intimidad, ya que este concepto abstracto puede ser bastante subjetivo aunque de gran importancia. En principio, se podría definir como el límite entre lo confidencial o privado y lo público, quedando aún difuso. La intimidad es un concepto complejo ya que entraña una parte de nuestra identidad aplicado a cualquier tipo de relación que tengamos en nuestra vida, ya sea social, laboral o personal. Toda relación, ya sea de amor o amistad debe entrañar una parte de intimidad si quiere aspirar a ser auténtica y tener éxito, pero es cierto, que en cualquier campo donde se vea implicada la intimidad corremos el riesgo de resultar defraudados o heridos. En concreto, en las relaciones de pareja la intimidad y compartir tiempo resulta fundamental para lograr la base de la relación, ya que una pareja que apenas se conoce o sin confianza está abocada al fracaso, mientras que las amistades no suelen requerir tanto tiempo e incluso en ocasiones el grado de confianza varía, es indispensable el no sentirse juzgado por la otra parte. Nuestra percepción de intimidad y requerimiento de la misma en una relación también depende de cada persona, ya que hay personas que entienden la intimidad como una intromisión hacia su espacio personal, no gustándoles mostrarse tal cual son al 100% nunca, mientras que otras entienden la carencia de intimidad como una falta de sinceridad y confianza. Mejorar el grado de intimidad en las relaciones de pareja conlleva mejorar la complicidad y comprensión entre los miembros de la misma, así como, pasar tiempo juntos más allá de las tareas rutinarias y hablar con confianza. En cuanto a las relaciones de amistad, parece tener mayor importancia el saber escuchar, respetar el espacio personal y alegrarse por las cosas buenas que le pasan a la otra persona.#intimidad#relaciones#complejidad