Relajarse en casa

En estos días lo que más me preguntan es cómo relajarse en casa, ya que algo que en principio parece bastante sencillo en estos días de confinamiento puede no resultarlo en absoluto. Existen diferentes técnicas para relajarnos, a continuación te explicaré las más sencillas de hacer en casa, pero primero recuerda que debes llevarlas a cabo en un lugar tranquilo, en un momento en el que no tengas prisa por hacer algo, con ropa cómoda y evitando las distracciones (puedes poner música relajante):-Respiración diafragmática: la respiración influye en gran medida en nuestro estado de relajación por eso debemos habituarnos a respirar de forma adecuada, haciéndonos conscientes de la misma cuando aumentamos el ritmo. Para este ejercicio debes sentarte o tumbarte, haciendo que tus brazos y piernas reposen en paralelo, y si te sientas procura tus pies formen un ángulo recto. Luego, pon la palma de tus manos, una sobre el pecho y la otra sobre el abdomen y comienza a llevar a cabo respiraciones profundas lentamente con los ojos cerrados intentando concentrarte en tu diafragma. Si mueves más el pecho que el abdomen esto indica que estás realizando una respiración superficial, por lo que debes guiar este ejercicio hasta que suceda lo contrario, es decir, hasta que tu abdomen se mueva más que el pecho, intenta para ello al inhalar mantener el aire en el vientre durante unos segundos antes de exhalar. -Relajación guiada: consiste en llevar a cabo el mismo ejercicio que anteriormente te expliqué pero está vez no debes centrarte en tu respiración, si no en paisajes, personas o momentos que te imaginarás y que deben agradarte y suscitar sentimientos positivos. También puedes concentrarte en la música (hay muchos tipos de música relajante de entornos naturales como el mar, la lluvia, un bosque, etc. Escoge la que más te guste). -Relajación muscular progresiva: esta técnica se basa en aprender a localizar los puntos de nuestro cuerpo que se encuentran en tensión logrando disminuir la misma. Primero, debes tumbarte o sentarte (inicialmente recomendaría hacerla tumbado salvo que tengas algún problema de movilidad) haciendo que tus brazos y piernas estén en paralelo, y si estás sentado las manos deben reposar sobre tus muslos. Luego, comienza centrándote en tu respiración (recuerda la relajación diafragmática de la que hablamos primero), y con los ojos cerrados comienza a concentrarte en tus pies, contrayendo la musculatura con fuerza durante unos 5 segundos, seguidamente relaja tu pie y concéntrate en la sensación de relajación durante unos 20 segundos. Finalmente, repite este proceso con el otro pie, los gemelos (uno por uno), los muslos (uno por uno), el abdomen, los pectorales, cada uno de los brazos, las manos, la espalda, el cuello, la mandíbula y la cara (frente, boca y ojos). Cuando hayas recorrido todo tu cuerpo respira profundamente otros 20 segundos y abre los ojos. Es importante que no te levantes rápidamente, al principio debes hacer movimientos lentos y suaves. Recuerda que puede costarte al principio relajarte del todo, igual que puede resultarte más eficaz una técnica frente a otra, por lo que debes continuar practicando la que más te guste, ya que cuánto más te habitúes más fácil te resultará logrando mejores efectos.