Dos terceras partes de la población aseguran no sentirse cómodos volviendo al trabajo y tener miedo o ansiedad a volver a salir a la calle. En situaciones como la que estamos viviendo, la flexibilidad mental es imprescindible para adaptarnos a los cambios que van sucediendo. Esta capacidad implica generar nuevos esquemas mentales que nos ayuden a ser más eficientes y no bloquearnos en nuestro día a día. Los cambios y el tener que adaptarnos generan incomodidad y sentimiento de vulnerabilidad. Es normal también experimentar ansiedad o miedo a salir a lugares a los que antes íbamos frecuentemente, ya que ahora debemos cumplir nuevas normas, y tener precaución constantemente, perjudicando sobre todo a personas que padecen trastornos relacionados con la ansiedad, depresión, trastorno obsesivo compulsivo o hipocondría. Mis consejos son que evites la anticipación y los pensamientos negativos, buscando motivaciones que te animen y generen ilusión, así como, crear nuevas rutinas que te aporten sensación de control e intentar gestionar nuestras emociones mediante relajación y ejercicio habitual.