A todos nos gusta vivir en un entorno ordenado y limpio como vemos en los folletos o escaparates de tiendas de decoración, pero a veces en el día a día debido al ritmo de vida que llevamos tan estresante vamos aplazando determinadas tareas esenciales como el orden, llegando a convertirse en «misión imposible» encontrar algo. Un hogar limpio y ordenado pueden guardar relación con nuestro estado de ánimo, ya que si estamos deprimidos estas tareas rutinarias se pueden convertir en una auténtica odisea igual que si estamos muy estresados, por lo que tendemos a procrastinar. Diversas investigaciones en EEUU y Reino Unido, aseguran que es necesario dedicar un tiempo diario a ordenar y limpiar, ya que aporta múltiples beneficios como: mantener la mente despejada, disminuir el estrés, aumentar la motivación o reducir la sensación de cansancio y apatía.En la Universidad de California se hallaron niveles de cortisol elevados (hormona relacionada con el estrés) en parejas cuya casa estaba desordenada y/o sucia. Además de considerarse un aspecto crucial en la estabilidad de la pareja (56%).También ordenar y tirar cosas que no necesitamos ni nos son útiles nos ayuda a eliminar la frustración y el enfado de no encontrar las cosas además de hacernos sentir bien en el caso de llevar a cabo donaciones con las mismas, y como no, nos beneficia para cerrar etapas y avanzar en nuestra vida, por ejemplo, cuando fallece un familiar y no deseamos tirar nada al principio. Un hogar limpio y ordenado nos inspira tranquilidad, mejora nuestra capacidad de organización en la consecución de metas, nos aporta sentimiento de estabilidad y nos otorga sentimiento de pertenencia, pasando de tener un lugar donde comer y pernoctar a un hogar como tal, con la connotación que conlleva dicha palabra de sentirnos a gusto y cómodos. Muchas personas limpian y ordenan cuando se sienten enfadadas como método de autocontrol, estrategia que es recomendable siempre que no nos obsesionemos.#hogar#mente#orden