Victimismo crónico

El victimismo crónico no es una patología, pero es una actitud muy dañina que toman muchas personas de nuestro entorno para defenderse de la realidad cuando no les agrada, a través del no reconocimiento y la proyección externa. Los victimistas son personas que continuamente se encuentran quejándose y lamentándose, deforman la realidad a su favor destacando siempre lo negativo y son incapaces de formar autocríticas. El hecho de regodearse en el lamento hace que su entorno se encuentre a disgusto con ellos, genera malestar y desconfianza. Dichas personas son sumamente negativas, intolerantes, despectivas, desconfiadas y recelosas, inmaduras, muy susceptibles y nada empáticas. El victimismo genera un círculo vicioso, ya que como hemos comentado su entorno se encuentra mal por su actitud , y esto hace que la persona se sienta injustamente tratada, siga exagerando todo lo que le sucede siempre contado desde una perspectiva negativa, y como no asumen nunca tener culpa de nada, presentan graves problemas para relacionarse con los demás o entablar relaciones sentimentales y amistades, ya que su actitud y desconfianza juegan en su contra. Su rol de víctima se encuentra fuertemente arraigado por lo que desean llamar la atención y ser el centro de las miradas constantemente, y este suceso actúa de refuerzo. Las estrategias del victimista son casi siempre las mismas: el chantaje emocional, la ridiculización o descalificación de toda persona que no le siga la corriente, y la retórica victimista. Seguro, que llegados a este punto de nuestra lectura hemos pensado en más de una persona de nuestro entorno, pero por si os queda alguna duda aún debo deciros que estas personas nunca piden abiertamente lo que desean, sino a través de sus quejas y lamentos; exageran cualquier mínima ofensa; hacen sentir culpables a las personas que los rodean y quieren; y, siempre presumen de hacer grandes logros por los demás y nunca recibir nada a cambio. Estas personas pueden llegar a desarrollar diversas patologías como depresión, ansiedad o pseudología fantástica entre otras, debido a su alto pesimismo, baja tolerancia a la frustración, continuas mentiras, baja capacidad resolutiva, etc. Para superar el victimismo hay que aceptar que la situación que no nos gusta no va a cambiar, tomar conciencia de nuestra parte de culpa en el suceso, cambiar nuestra actitud, afrontar las responsabilidades, buscar alternativas a los problemas, pedir opiniones a nuestro entorno cercano sobre nuestra conducta victimista, pedir apoyo y solicitar ayuda profesional si no solventamos la situación.