¿Has oído hablar de «Real food»?Esta nueva tendencia, mencionada cada vez más frecuentemente entre los medios de comunicación y redes sociales se basa en el concepto introducido por un nutricionista. Principalmente este movimiento apuesta por unas doctrinas básicas entre las que se encuentran: destacar la importancia de los alimentos en nuestra salud física y psicológica, transmitir una visión sana del acto de comer (como placer, no como sacrificio por pasar hambre), y generar espíritu crítico hacia lo que compramos y consumimos en las tiendas y/o restaurantes. Podríamos pensar que esto de la comida sana y equilibrada no es nada nuevo o que no nos hayan dicho ya en algún momento de nuestras vidas, pero se supone que este movimiento pretende que como consumidores atendamos a las etiquetas de los productos que ingerimos y seamos capaces de discernir si realmente un producto nos beneficia o no, así como las consecuencias que tiene abusar de comidas excesivamente procesadas, malos hábitos, como la falta de ejercicio, o creer algunos mitos como «que si hacemos deporte podemos permitirnos comer más bollería porque ya para eso lo compensamos». Es cierto, que el mensaje principal es bueno, pero también ha recibido fuertes críticas argumentando que algunas personas pueden llegar a obsesionarse con controlar todo lo que comen, incentivando los trastornos alimentarios, generando elevada ansiedad al no cumplir las doctrinas de una alimentación sana en algún momento o presentando dificultades en las relaciones interpersonales al no querer consumir fuera de casa nada, por no poder tener un control exhaustivo sobre lo que se come. Es evidente que cuestionarnos qué debemos comer para llevar una vida lo más sana posible no es malo siempre que no nos obsesionemos con ello, sino que aprovechemos las herramientas que se nos dan para ser más conscientes sobre la gama de productos que se nos ofrecen y saber elegir los que creamos más beneficiosos para nosotros.#pensamientocritico